Probióticos en la dieta
Los probióticos se encuentran en los alimentos fermentados. En los alimentos fermentados, se añaden bacterias, hongos y levaduras a los alimentos para modificar propiedades como el sabor, la textura y el valor nutricional del producto.
Un ejemplo es el yogur. El yogur se crea añadiendo una serie de cepas bacterianas a la leche. Esto cambia el sabor y la textura de la leche, dando como resultado el yogur. La fermentación de los alimentos también puede dar lugar a la creación de ciertas vitaminas, enzimas y otras cepas bacterianas en el producto.
Ejemplos de probióticos naturales en los alimentos:
- Yogur, kéfir y algunos tipos de queso, como cheddar, gouda y mozzarella.
- Kimchi, chucrut y encurtidos.
- Tempeh y miso.
- La kombucha, un té fermentado, suele contener cultivos vivos de probióticos.
No todos los alimentos fermentados contienen probióticos porque el calor durante la cocción o la pasteurización puede matar las bacterias vivas. Si buscas alimentos con probióticos, elige productos que indiquen en la etiqueta que contienen “cultivos/bacterias vivas y activas”.