SIBO

El sobrecrecimiento bacteriano en los intestinos, también conocido como SIBO, puede causar síntomas desagradables. A continuación, analizamos qué es el SIBO y qué puedes hacer para remediarlo.

SIBO significa “sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado”, es decir, un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado. Normalmente, nuestra comida se digiere en el intestino delgado. En el SIBO, este proceso se ve alterado por un exceso de bacterias malas en el intestino delgado. Es en el intestino delgado donde se absorben los nutrientes en el cuerpo, por lo que cuando hay SIBO esta absorción no funciona tan bien como debería.

Las bacterias malas del intestino delgado utilizan los nutrientes de los alimentos para sus propios fines. Las bacterias utilizan principalmente el zinc, el hierro, el manganeso, la vitamina B12 y el magnesio. Cuando las bacterias utilizan estos nutrientes, producen gases. Estos gases pueden provocar síntomas como flatulencias o dolor abdominal.

Hay varias causas posibles para el SIBO, a continuación se indican las más comunes.

Una infección intestinal
Una operación en la que se ha extirpado parte del estómago o del intestino
Deterioro de la función intestinal
Reducción de la producción de enzimas por parte del páncreas
Disminución de la producción de ácidos biliares
Disminución de la acidez gástrica (o uso frecuente de antiácidos)
Uso de antibióticos
Quimioterapia

El SIBO se caracteriza por diversas molestias intestinales, a menudo varias a la vez. La forma en que se manifiestan exactamente las molestias intestinales difiere de una persona a otra. A continuación encontrará las molestias y los síntomas más comunes por los que se puede reconocer el SIBO.

Dolor abdominal
Una sensación de hinchazón
Diarrea
Flatulencia
Estreñimiento

Los síntomas del SIBO son muy similares a los del síndrome del intestino irritable (SII). Esto puede hacer que sea muy difícil determinar si la condición es SII, SIBO o ambos. Las personas con SII son más propensas a desarrollar SIBO.

En la actualidad, no existen buenas pruebas para determinar el SIBO. Uno de los métodos utilizados actualmente es la prueba de hidrógeno en el aliento. Esta prueba también se conoce como la prueba H2. Esta prueba puede utilizarse para determinar si ciertos tipos de azúcares se digieren correctamente en el intestino delgado. Desgraciadamente, esta prueba no siempre es fiable y puede dar lugar a un diagnóstico erróneo.

Para controlar los síntomas del SIBO, hay una serie de cosas que puedes hacer tu mismo. A continuación, detallamos una serie de factores que pueden afectar a los síntomas del SIBO.

Se ha desarrollado una dieta especial para la SIBO que mejora el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado. El objetivo de la dieta es privar a las bacterias “malas” del intestino delgado de los nutrientes que pueden utilizar para sus propios fines. La dieta consiste en elementos de la dieta FODMAP y de la dieta específica de carbohidratos. La dieta evita los alimentos que favorecen el sobrecrecimiento bacteriano. Por ejemplo, se evitan los alimentos compuestos por fibras de cadena corta y larga. Otro consejo en la dieta es comer alimentos de fácil digestión, ya que este tipo de alimentos se absorben más rápidamente y las bacterias tienen menos oportunidad de utilizar los alimentos para su propio consumo. Se sigue la dieta preferentemente en combinación con un antibiótico y bajo la supervisión de un dietista.

Los suplementos pueden reducir o incluso eliminar los síntomas del SIBO. Por ejemplo, hay suplementos que contienen enzimas digestivas para facilitar la digestión. Estos suplementos te ayudan a descomponer los alimentos que normalmente no digieres correctamente debido a una digestión alterada. En el SIBO, ciertas enzimas a veces son incapaces de hacer su trabajo correctamente en la descomposición de los alimentos como los FODMAPs. Las enzimas digestivas en forma de suplemento ayudan a ello.