La enfermedad de Crohn es una desagradable afección en la que la inflamación de los intestinos puede provocar síntomas intestinales molestos y a menudo graves. Puedes leer más sobre la enfermedad de Crohn a continuación.
La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria crónica del intestino, y junto con la colitis ulcerosa es una de las enfermedades inflamatorias del intestino (EII). La enfermedad de Crohn puede aparecer en todo el tubo digestivo (desde la boca hasta el ano), pero la mayoría de las personas la padecen en el intestino delgado, el grueso o el recto.
Todavía no se conoce la causa de la enfermedad de Crohn, pero se sabe que es una enfermedad autoinmune. El sistema inmunitario ataca a las propias células del organismo. La herencia, los factores ambientales, el tabaquismo y la nutrición también pueden influir en la aparición y el curso de la enfermedad.
La enfermedad de Crohn se caracteriza por diversas molestias intestinales. La manifastación exacta de las molestias varía de una persona a otra y depende de la localización de la inflamación. A continuación se indican las molestias y los síntomas más comunes que se pueden reconocer en la enfermedad de Crohn:
- Diarrea
- Dolor abdominal
- Fiebre
- Fatiga
- Pérdida de peso
- Pérdida de sangre con las heces
El curso de la enfermedad de Crohn varía de una persona a otra; algunas personas siempre tienen síntomas mientras que otras no notan nada durante años. A este periodo de tranquilidad lo llamamos “remisión”. Cuando los síntomas empeoran repentinamente, lo llamamos “inflamación”. En un brote, se desarrollan muchas nuevas inflamaciones en el tracto digestivo en un corto período de tiempo.
Existen varias pruebas, como los análisis de sangre, las pruebas de heces, la endoscopia y la ecografía, para determinar si se padece la enfermedad de Crohn. Tu médico decidirá qué prueba es la más adecuada para ti.
Dado que la enfermedad de Crohn es una enfermedad crónica, el objetivo del tratamiento es mantener la enfermedad en remisión (reposo). Actualmente no existe ningún tratamiento que pueda curar la enfermedad de Crohn, pero hay una serie de factores que pueden influir en los síntomas.
No existe una dieta especial para mantener la enfermedad en remisión, pero una dieta sana y variada proporciona una mejor resistencia, una recuperación más rápida después de un brote o una operación, un buen peso y más energía. Lleva una dieta variada, asegúrate de que hay suficiente fibra, lácteos y humedad en tu comida y come a horas fijas siempre que sea posible.
Si hay alimentos que empeoran tus síntomas, intenta evitarlos en la medida de lo posible. ¿Te resulta difícil llevar una dieta sana y variada? Entonces, ponte en contacto con un dietista, que puede orientarte hacia una dieta equilibrada.
Fumar puede irritar la enfermedad de Crohn y provocar un brote. Por lo tanto, deja de fumar si es posible.
Hay una serie de medicamentos que pueden reducir los síntomas y prevenir los brotes. El medicamento más adecuado para ti depende de la gravedad y la localización de la inflamación; lo ideal es consultar a tu médico para que te indique qué medicamentos son los más adecuados para tu caso.
Cuando la medicación ya no ayuda más, pueden surgir complicaciones desagradables. En este caso, se suele optar por la cirugía. La operación más habitual es la resección ileocecal, que consiste en extirpar la última parte del intestino delgado y la primera del intestino grueso.
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